Desde principios de la década de los 90 comenzaron a construirse edificios grandes, de muchos departamentos, con una característica en común: muy pocos metros cuadrados. La escasez de suelo en sectores con buena ubicación y conectividad ha sido determinante para la existencia de este tipo de vivienda.

Así lo explica Gonzalo Velasco, arquitecto y socio de G8 Arquitectos (@g8_arquitectos), quien, junto a sus dos socios y su equipo, tienen experiencia en el desarrollo de este tipo de proyectos.

Las razones del surgimiento de estos departamentos han sido varias: una de ellas, que puede ser obvia, es el tema económico y la necesidad de “achicarse” por las dificultades para acceder a una vivienda que son cada vez mayores. Pero también hay otros factores que han hecho que este tipo de vivienda sea una tendencia.

“Muchos de nuestros padres y nosotros mismos, nos criamos en casas ley Pereira, de un tamaño acotado, fáciles de remodelar, prácticas y tremendamente encantadoras. Creo que la sociedad está volviendo a lo simple, a vivir más liviano”, explica Velasco.

Además, hoy las familias son más pequeñas, con pocos o sin hijos, padres separados que necesitan alojar a niños fin de semana por medio, o gente que pasa mucho tiempo fuera de su casa. “En otros países, como en Europa, la vida se desarrolla en departamentos pequeños, en edificios pegados unos a otros, donde todo el mundo convive y no hay problema. Eso se ve en las calles llenas de gente, centros activos, y un comercio potente. Creo que en Chile hay que mirar eso desde ese punto de vista”, agrega.

En G8 explican que en las comunas céntricas el común son los departamentos de 1 y 2 dormitorios, que van en promedio desde 33 m2, en el caso del primer tipo, a 49 m2 los de dos habitaciones.

Por lo mismo, a la hora de empezar un proyecto de edificio de este estilo es necesario pensar detalladamente en los espacios. ¿Cuáles deben estar sí o sí? “El estar-comedor-cocina, que sería el lugar central. Lo ideal es tener todo integrado, porque las cocinas incorporadas suman para generar una sensación de amplitud.

Los muebles, que ya son de alto diseño, algunas veces se dejan panelables y escondidos, con la televisión en el living, y se genera un lugar de estar, para el día a día. También puede agregarse una sala de estar interior o un rincón que funcione como home office”, explican. ¿Y qué tiende a quedar fuera? Las loggias y cocinas cerradas.

Qué dicen las interioristas

La interiorista Viviana Bezanilla (@vivi_bezanilla), quien fue socia de BM Decoración por 10 años y pronto lanzará su propio estudio, que explica que estos proyectos son un gran desafío y que “primero hay que pensar en el cliente, de qué forma lo usaría y cuáles son sus prioridades para poder darle la mejor solución, y que el espacio se vea acogedor y amplio, que den ganas de estar ahí”.

Macarena Pérez, socia de C&M Pérez Decoración (@deco_cpasociados), coincide y agrega que hay que lograr maximizar la sensación de comodidad, combinando elementos y tecnología que produzcan una sensación de amplitud. “Que las personas se sientan cómodas y el tema del tamaño pase a un segundo plano porque el lugar es tan agradable, tan acogedor, tan grato de estar que no sea importante, que no sea una limitación para usar la casa”.

Para maximizar el espacio, las interioristas recomiendan elegir lo justo y necesario y mantener el espacio ordenado. “Es fundamental no utilizar muebles sobredimensionados para no cargar el departamento, y para ello muchas veces hay que hacerlos a medida para que se adapten perfectamente, aprovechando cada centímetro”, dice Bezanilla.

Pérez también recomienda usar muebles de estructuras livianas, alfombras claras y papeles murales que den sensación de amplitud. “Aconsejo el uso de pisos o taburetes, mesas redondas en las que cabe más gente, que son más livianas. Los espejos siempre son muy buenos, hacer un mueble en obra con un pequeño fondo que puede contener la televisión si es que se va a poner en el living y que a su vez permite guardar vasos, decoración”, dice.

Para los colores, las dos interioristas coinciden: colores neutros y luminosos, y además mantener una sola paleta de color en todo el espacio, para que se vea más grande y abierto. Otro tema clave es la iluminación. “Siempre priorizar la luz natural con cortinas que mantengan despejadas las ventanas o cortinas ligeras que dejen entre la luz”, explica Bezanilla.

Macarena recomienda la iluminación de cielo, porque no ocupa espacio. “Si se pone una lámpara colgante debe ser de estructura muy liviana, ojalá de papel blanco, o bien lámparas de pie para sectores como el living porque no ocupan grandes espacios”, dice.